Editorial
Como parte de la histeria y especulación general que el vencimiento del título 42 ha generado, se informó que el gobierno de Biden enviará tropas en servicio activo a la frontera sur a la espera de un aumento de la migración tras el levantamiento de las restricciones por el COVID-19 la semana pasada.
Las tropas estarían en servicio activo, no en la Guardia Nacional, y no estarían armadas. No usarían la fuerza ni realizarían arrestos, pero apoyarían a la patrulla fronteriza según fuera necesario, de conformidad con la Ley Posse Comitatus, que impide que las fuerzas armadas hagan cumplir la ley dentro de las fronteras de EE.UU. No se debe olvidar que más de 5.000 soldados fueron enviados a la frontera durante el gobierno de Trump.
El Senador Bob Menéndez (D-N.J.) afirmó que “La militarización de la frontera por parte de la Administración Biden es inaceptable. Ya hay una crisis humanitaria en el hemisferio occidental, y el despliegue de personal militar sólo promueva la idea errónea que los migrantes son una amenaza que requiere de nuestras tropas para ser contenida. Nada podría estar más lejos de la verdad”.
“La Administración ha tenido más de dos años para planificar para la finalización eventual de esta política de la era Trump de una manera que no comprometa la integridad de nuestros valores como país. Les he ofrecido un plan estratégico e integral, que en gran medida han ignorado. Tratar de anotar puntos políticos o intimidar a los migrantes al enviar tropas a la frontera solo da cabida a fortalecer los ataques xenófobos del Partido Republicano contra nuestro sistema de asilo”.
¿Cómo ha impactado el Título 42 a los migrantes en la frontera?
Desde que se invocó bajo Trump, el organismo de Aduanas y Protección Fronteriza ha contabilizado más de 1,7 millones de expulsiones de migrantes en la frontera. Theresa Cardinal Brown, del Centro de Política Bipartidista, llama al Título 42 la “herramienta principal” para gestionar la migración en la frontera bajo las administraciones de Trump y Biden. Alrededor de la mitad de los “que se encontraron en la frontera en el último año fueron expulsados bajo el Título 42”, dijo a NPR en marzo.
Sin embargo, pasados un par de días después del vencimiento de título 42, no se ha producido un aumento de personas viajando a la frontera como machaconamente informaron muchos medios de comunicación, sino que mas bien los números bajaron. Una vez el tema de la inmigración se baraja en la arena política, en tiempos de elecciones todos quieren sacar provecho, pero pocos ofrecen soluciones.
En relación con la situación en la frontera, Katie Tobin, asistente especial del presidente en temas de inmigración, aseguró que a partir de ahora quienes sean interceptados en un cruce irregular “estarán sujetos a una prohibición de cinco años” para poder reingresar a EE.UU. “Entonces realmente alentamos a las personas a quedarse donde están para acceder a vías legales [de migración]. Este cambio hará que sea mucho más difícil cruzar la frontera suroeste”.
En conferencia de prensa, Tobin abundó en que la campaña se enfocará en procesar legalmente a los traficantes de personas y no a los migrantes que cruzan por la selva del Darién. “Perseguiremos a los actores criminales, también intentaremos aumentar la presencia estatal en este corredor, pero gran parte de la planificación aún está en marcha”, dijo.
Mientras tanto en Florida el gobernador dio su visto bueno al SB 1718, proyecto de ley contra los inmigrantes que criminaliza a los floridanos que albergan, apoyan y brindan transporte a inmigrantes indocumentados, incluidos aquellos que se han quedado más tiempo del límite de su visa o que han vivido en Florida durante décadas y tienen hijos nacidos en los EE.UU. Hace que sea más difícil para los inmigrantes mantener a sus familias. Perjudica a las empresas al autorizar al FDLE a realizar controles aleatorios de las empresas para garantizar el cumplimiento. Prohíbe el financiamiento público para identificaciones comunitarias y requiere que los hospitales pregunten a los pacientes de Medicaid si están legalmente autorizados en el país y que recopilen esa información.
Entre las políticas más controvertidas y dañinas del plan está la criminalización de las personas, tanto ciudadanos como no ciudadanos, que viajan al estado con migrantes y solicitantes de asilo. Esto significa que las personas que brindan ayuda médica o humanitaria de emergencia, o simplemente se van de vacaciones con un ser querido, podrían ser castigadas. Una persona puede ser objeto de un delito grave de segundo grado, punible con hasta 15 años de prisión, por viajar en un automóvil a través de las fronteras estatales con una persona indocumentada. Este tipo de política fomenta la elaboración de perfiles raciales y la discriminación porque apoya consultas relacionadas con la nacionalidad, ciudadanía o estatus migratorio de las personas con las que interactúan en la vida cotidiana. Es probable que tales sospechas se deban a la forma en que alguien se ve, su acento, de dónde provienen ellos o su familia u otras suposiciones y estereotipos motivados por raza o cultura.
Por ello queremos citar esta Carta al Gobernador, Sr. DeSantis, de un Maestro de Florida
La noticia de la SB 1718 ha llegado con estruendo al Panhandle, sus fuertes reverberaciones intencionadas irrumpieron en esta pequeña comunidad.
Varios de mis estudiantes de secundaria vinieron a verme hoy, preocupados porque sus familias ahora están en peligro. Sin palabras, me quedé allí leyendo sus expresiones preocupadas, ojos llenos de lágrimas, preguntándome cuándo nos convertimos en esto. ¿Cuándo decidimos que venir a Estados Unidos era un delito castigado con el miedo? ¿Cuándo se convirtió el acceso a la atención médica, la vivienda y el empleo en un objetivo para obtener ganancias políticas?
Y así, así, sin respuestas que dar a mis bellos alumnos, le pregunto:
¿Qué le digo a un estudiante, a dos semanas de graduarse, cuya madre ha sido diagnosticada con cáncer, cuando me pregunta si debería temer recibir tratamiento?
¿Qué le digo a una estudiante que huyó de su país para escapar de un agresor? ¿Qué le digo cuando me cuenta que su mamá le prohibió venir a una fiesta escolar por temor a terminar deportada?
¿Qué le digo a un estudiante brillante cuyos padres se fueron de su país para comenzar de nuevo y ahora tiene miedo de usar su permiso de conducir recién adquirido para transportar a sus padres indocumentados?
Por favor, deme las palabras para explicarles a mis aprendices de español de herencia que ahora vivirán en un estado en el que ahora será severamente penalizado el darles trabajo y vivienda. Dígame cómo se lo explico a una estudiante que ya ha estado viviendo en un hotel porque nadie le va a alquilar un lugar a su familia.
¿Cómo les explico a mis hijos que en este Estado las aspiraciones políticas son más importantes que su propio sustento?
¿Cómo acepto el hecho de que los inmigrantes están siendo atacados en un estado en el que uno de cada cinco residentes es inmigrante?
Construimos Florida.
Construimos los Estados Unidos.
¿Y así es como nos paga?
¿Cómo quiere construir un mañana mejor, si el hoy se ve así?
Editorial
As part of the hysteria and general speculation that the expiration of Title 42 has generated, it has been reported that the Biden administration will send active-duty troops to the southern border in anticipation of an increase in migration after the lifting of restrictions by the COVID-19 last week.
The troops would be on active duty, not in the National Guard, and would not be armed. They would not use force or make arrests, but would support border patrol as needed, consistent with the Posse Comitatus Act, which prevents the military from enforcing the law within US borders. Let us not forget that more than 5,000 troops were sent to the border during the Trump administration.
However, a couple of days after the expiration of title 42, there has not been an increase in people traveling to the border as many media outlets persistently reported, rather the numbers dropped. Once the issue of immigration is considered in the political arena, at election time everyone wants to take advantage, but few offer solutions.
In relation to the situation at the border, Katie Tobin, special assistant to the President on immigration issues, assured that from now on, those who are intercepted at an irregular crossing “will be subject to a five-year ban” from being able to re-enter the US. “So, we really encourage people to stay where they are to access legal [immigration] pathways. This change will make it much more difficult to cross the southwest border.”
At a press conference, Tobin explained that the campaign will focus on legally prosecuting human traffickers and not migrants who cross through the Darien jungle. “We will go after the criminals, we will also try to increase the state presence in this corridor, but much of the planning is still underway,” she said.
Meanwhile, in Florida, the Governor approved the Anti-Immigrant Bill SB 1718, that criminalizes Floridians who shelter, support, and provide transportation to undocumented immigrants, including those who have overstayed their visa or who have lived in Florida for decades and have US born children. This policy makes it harder for immigrants to provide for their families. Harms businesses by authorizing FDLE to conduct random checks of businesses to ensure compliance. Prohibits public funding for community IDs and requires hospitals to inquire of Medicaid patients whether they are lawfully allowed in the country and to collect that data.
Among the plan’s most controversial and harmful policies is the criminalization of people, citizens, and non-citizens alike, who travel into the state with migrants and asylum seekers. This means people providing emergency medical or humanitarian aid, or simply going on vacation with a loved one could be punished. A person may be subjected to a second-degree felony, punishable by up to 15 years in prison, for traveling in a car across state lines with an undocumented person. This type of policy encourages racial profiling and discrimination because it supports inquiries related to the nationality, citizenship, or immigration status of people they interact with in everyday life. Such suspicions are likely to be prompted by the way someone looks, their accent, where they or their family come from, or other racially or culturally motivated assumptions and stereotypes.
This is why we want to quote this Letter to Governor Mr. DeSantis, from a Florida Teacher:
News of SB 1718 has come thundering to the Panhandle, its loud intended reverberations storming into this small community.
Several of my High School students came to me today, worried that their families are now in danger. Speechless, I stood there reading their worried expressions, tear-filled eyes, wondering to myself when did we become this? When did we decide that coming to the United States was a crime punishable by fear? When did access to healthcare, housing and employment become a target for political gain?
And so, like this, without answers to give my beautiful students I ask you:
What do I say to a student, two weeks away from graduation, whose mother has been diagnosed with cancer when he asks whether she should fear getting treatment?
What do I say to a student who fled her country to escape an assailant? What do I tell her when she tells me her mom forbade her from coming to a school celebration for fears of ending deported?
What do I say to a bright student whose parents left home to start anew and is now afraid of using his recently acquired permit to drive his undocumented parents around?
Please give me the words to explain to my heritage Spanish learners that they will now live in a State in which it will be heavily penalized to give them jobs and housing. Tell me how I explain it to a student who has already been living in a hotel because no one will rent her family a place.
How do I explain to my kids that in this State political aspirations are more important than their own livelihoods?
How do I reconcile with the fact that immigrants are being targeted in a state in which one of every five residents is immigrant?
We built Florida.
We built the United States.
And this is how you repay us?
How do you want to build a better tomorrow, if today looks like this?