Kamala Harris y Donald Trump: Ideologías en Conflicto en el Camino a la Presidencia
El arribo de Kamala Harris como candidata presidencial no fue del todo inesperado, ya que ha sido una figura destacada en la política estadounidense desde hace varios años. De ganar las elecciones, sería la primera mujer en ocupar dicho cargo en Estados Unidos.
El 10 de septiembre, Kamala Harris y Donald Trump participaron en su primer debate presidencial. En el debate fue evidente que Harris cuenta con una ventaja significativa gracias a su experiencia como fiscal, estructurando sus argumentos de manera clara y contundente, algo que resultó crucial en el intercambio. Además de su habilidad retórica, Harris demostró un dominio notable sobre los temas que se abordaron, destacando su preparación y conocimiento en áreas clave.
En contraste, Trump, conocido por su estilo combativo y poco convencional, se mostró más vulnerable a la desestabilización durante el intercambio de ideas. Su tendencia a interrumpir y perder el hilo en discusiones detalladas lo puso en una posición desventajosa frente a Harris, quien se mantuvo firme y centrada.
El aborto es un tema clave que refleja las profundas diferencias entre Kamala Harris y Donald Trump. Harris defiende firmemente el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, promoviendo el acceso a servicios de salud reproductiva y oponiéndose a la revocación de la sentencia Roe v. Wade. En contraste, Trump apoya políticas restrictivas y ha celebrado la revocación de esta decisión, respaldado por grupos conservadores y religiosos. Este conflicto ideológico resalta sus enfoques opuestos sobre los derechos individuales y la intervención del Estado en temas reproductivos.
Un debate debe estar a la altura de las circunstancias, siendo claro y directo sobre los temas tratados. Me quedo con varias de las cosas que mencionó Kamala Harris, pero especialmente una que es crucial en tiempos de conflictos armados: “Aunque Israel tiene derecho a defenderse tras la agresión de Hamas, la guerra entre ambos debe acabar inmediatamente”. Harris subrayó la importancia de trabajar incansablemente, si es elegida, para crear una vía hacia la solución de dos estados —uno para Israel y otro para Palestina— con el objetivo de reconstruir Gaza y buscar una paz sostenible.
Tener a una mujer como Kamala Harris como presidenta de los Estados Unidos sería significativo por varias razones. Su presidencia representaría un avance hacia la equidad de género, enviando un mensaje poderoso sobre la diversidad y la inclusión en una posición de poder que históricamente ha sido ocupada por hombres. Esto también podría inspirar a más mujeres y minorías a participar activamente en la política, promoviendo una mayor representación de diferentes voces en el gobierno. Además, Harris ha mostrado compromiso con temas clave como los derechos reproductivos y la justicia social, lo que la convierte en una candidata capaz de abordar los desafíos que enfrenta el país con una perspectiva renovada y centrada en el bienestar social.
En un contexto de creciente incertidumbre internacional, la capacidad de Estados Unidos para forjar alianzas estratégicas y su enfoque pragmático en temas cruciales podrían impulsar al país hacia un futuro más justo y sostenible. Sin embargo, Estados Unidos lleva tiempo estancado y, aunque no tengo certeza de que Kamala Harris podrá ejecutar todos sus planes, me surge la duda de si una persona que ha sido declarada culpable de un total de 34 cargos penales, como lo ha sido Donald Trump, puede llevar a cabo un mandato de forma honrada.
Kamala Harris and Donald Trump: Conflicting Ideologies on the Road to the Presidency
Kamala Harris’ arrival as a presidential candidate was not entirely unexpected, as she has been a prominent figure in American politics for several years. If she wins the election, she will be the first woman to hold that position in the United States.
On September 10, Kamala Harris and Donald Trump participated in their first presidential debate. It was evident that Harris had a significant advantage thanks to her experience as a prosecutor. She structured her arguments clearly and forcefully, which was crucial in the exchange. In addition to her rhetorical skills, Harris demonstrated a remarkable command over the topics addressed, highlighting her preparedness and knowledge in key areas.
In contrast, Trump, known for his combative and unconventional style, was more vulnerable to destabilization during the exchange of ideas. His tendency to interrupt and lose the thread in detailed discussions disadvantaged him compared to Harris, who remained firm and focused.
Abortion is a key issue that reflects the deep differences between Kamala Harris and Donald Trump. Harris strongly defends women’s right to decide over their own bodies, promoting access to reproductive health services and opposing the reversal of Roe v. Wade. In contrast, Trump supports restrictive policies and has celebrated the reversal of this decision, backed by conservative and religious groups. This ideological conflict highlights their opposing approaches to individual rights and state intervention in reproductive issues.
A debate must measure to its expectations, being clear and direct about the issues at hand. I am keeping several things Kamala Harris mentioned, but especially one that is crucial in times of armed conflict: “Although Israel has the right to defend itself after the Hamas aggression, the war between the two must end immediately.” Harris stressed the importance of working tirelessly if elected, to create a path towards a two-state solution – one for Israel and one for Palestine – to rebuild Gaza and seek sustainable peace.
Having a woman like Kamala Harris as President of the United States would be a significant milestone for gender equity. Her presidency would represent a step forward in the fight for equality and a powerful message about diversity and inclusion in positions of power. This could inspire more women and minorities to participate in politics, leading to a more representative government. Harris’s commitment to critical issues such as reproductive rights and social justice makes her a promising candidate to address the country’s challenges with a fresh perspective focused on the well-being of all citizens. In a growing international uncertainty, the United States’ ability to forge strategic alliances and its pragmatic approach to crucial issues are more critical than ever. However, the country has been at a standstill for some time now, and while I am not sure that Kamala Harris will be able to carry out all her plans, I do wonder whether someone who has been found guilty of a total of 34 criminal charges, as Donald Trump has been, can carry out a term in office with any honesty